viernes, 11 de noviembre de 2011

LA PRIMERA COMUNIÓN

Todo en esos momentos respiraba
una pureza mística;
las luces matinales que alumbraban
la ignorada capilla
los cantos religiosos que pausados
hasta el cielo subían
el aroma suave del incienso
al perderse en espiras
las voces interiores de otro mundo
sonoras y tranquilas,
los dulces niños colocados junto al altar de rodillas
y hasta los viejos santos en los lienzos
de oscura vaga tinta
 bajo el polvo de siglos que los cubre
 mudos sonreían.

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